La clave para descansar toda la noche está en preservar la curvatura natural del cuello.

Cuando pregunto a un paciente con dolor de cuello qué hace con su almohada, suele decirme: “Yo intento meterla debajo del cuello”. Es probable que tú, de forma intuitiva, también hayas tratado de cubrir ese hueco que queda como un puente en el aire cuando duermes boca arriba.

Y hay una buena razón. Tu cuello tiene una curvatura natural. No es recto. En algún momento durante la noche, en tu dormir, te vas a poner boca arriba. Aunque sean veinte minutos. En ese momento, como el cuello no está apoyado, queda colgando entre tu tronco y tu nuca como un puente y la musculatura y ligamentos de tu cuello se tensan para tratar de preservar su curvatura natural. Bastan unos minutos para que a la mañana siguiente te sientas dolorido.

Aquel que conserva la curvatura natural del cuello no tiene problemas de cuello, aunque tenga noventa años

Esto es muy habitual. Más de lo que crees. De hecho, hay un estudio que dice que 1 de cada 2 personas ha tenido un golpe durante su niñez que afecta a la estructura de su cuello. El típico golpe tonto que todos nos hemos dado jugando de pequeños: una caída hacia atrás de un columpio, un resbalón que acaba con un golpe en la nuca, una culada, ... Otra fuente muy habitual son los accidentes de coche. Basta con un golpe a 30 km/hora para que tu cuello sufra un latigazo:

Un impacto fuerte en muy poco espacio de tiempo puede llegar a poner tu cuello totalmente recto

De hecho, la inmensa mayoría de pacientes que acuden con dolor cervical y contracturas en el cuello han tenido algún accidente con el coche en el pasado: En décimas de segundo, el cuello recibe un impacto que tú no esperabas y en ese momento, aunque tú no hayas tenido que ir a urgencias, ni ponerte collarín, ni sientas molestias, ese cuello ha cambiado. Le ha cambiado la forma. Su curvatura. Esto es lo que pasa: Las vértebras están sujetas entre sí con unos ligamentos que son como unas gomas muy potentes. Cuando hay un impacto fuerte, La vértebra central (C5), que es la más curva de todas las cervicales, salta de su sitio, las vértebras del cuello se desplazan hacia atrás y en ese momento el cuello se pone recto. Al mismo tiempo, los ligamentos se tensan todo lo que pueden para evitar que la lesión se agrave.

Sin embargo, estos dolores no salen inmediatamente con un traumatismo. Los pacientes que acuden a mi consulta con dolor de cuello no vienen a los 2 días de haberse dado un golpe. Ni siquiera a los 2 meses. Vienen al cabo de 1 o 2 años. Incluso 10 o 20 años después. Pero ni siquiera hace falta haber sufrido un impacto para que, con el paso del tiempo, sientas molestias en el cuello… Las posturas forzadas o movimientos rutinarios que se hacen de forma indebida también provocan una tensión en el cuello. Y esa tensión desemboca en la pérdida de la curvatura.

Y eso puede tener grandes consecuencias. Mira. El único sitio por el que le llega la sangre al cerebro es a través del cuello. Y se trata de una estructura delicada y pequeña. De hecho, el 33% del riego que va al cerebro pasa por las arterias vertebrales. Así que, cuando la curvatura del cuello se altera, aunque sea mínimamente, el riego no llega con facilidad al cerebro. A largo plazo, esto se traduce en mareos, vértigo, dolores de cabeza o de oído.

Aquel que conserva la curvatura natural del cuello no tiene problemas de cuello, aunque tenga noventa años

Por eso las visitas al fisio no suelen funcionar en los dolores crónicos de cuello. Muchos de mis pacientes van al fisioterapeuta por una contractura. Y el fisio se la quita. Él te relaja todo lo que puede. Hace muy bien su trabajo. Pero al cabo de unos días vuelves a tener la contractura. ¿Por qué? Porque el fisio no resuelve el origen del problema. Te deshace la contractura, pero tu cuello sigue alterado. Entonces, mientras el cuello no vuelva a tener la curvatura que tenía, nuestro cerebro va a actuar inmediatamente en función defensiva:

El cerebro nota que la estructura del cuello no está en su sitio… ... y entonces activa el sistema simpático para contraer la musculatura que sujeta al cuello y la cabeza para evitar que la pérdida de curvatura vaya a más. Si después de ir al fisio llegas a tu casa y tienes una almohada que en vez de ayudarte te está perjudicando, el trabajo y el dinero que te has gastado en el fisio se va al garete. Viendo este problema me dije:

Voy a diseñar una almohada cervical que ayude a preservar la curvatura natural del cuello

Porque vi que no existía nada así en España. Así que me alié con ingenieros y fisiterapeutas para elaborar esta almohada. Tras varios intentos, finalmente dimos con el diseño de la única almohada del mercado que permite mantener y restaurar la curvatura natural del cuello. Se llama CerviCare. Está catalogada como producto sanitario tipo 1. Lo que quiero decir es que no es una almohada normal. Este producto ha pasado por rigurosos tests de calidad para obtener la aprobación del Ministerio de Sanidad.

CerviCare es, más bien, como una ortodoncia para tus cervicales

Igual que una ortodoncia no te alinea los dientes de un día para otro, CerviCare no va a restaurar una posible alteración de la curvatura de tu cuello porque la uses una noche. ¿Por qué? Porque los ligamentos que sujetan las cervicales son unos tensores muy potentes. Y ayudarles a que vuelvan a su posición natural requiere tiempo. Además, el cuerpo se resiste porque le estás obligando a algo que tal vez le resulta molesto. Es como cuando alguien con los pies planos empieza a llevar plantillas para corregir el arco. Hasta que se habitúa a las plantillas le pueden resultar molestas. Este efecto ‘de rechazo’ ocurre a menudo cuando se usa algo que intenta corregir una estructura. Como alguien que lleva por primera vez unas gafas progresivas o un audífono: de entrada, necesita un periodo de adaptación porque el cuerpo tiene que acostumbrarse al cambio positivo que le produce ese dispositivo.

Con CerviCare pasa lo mismo: Va a actuar en la estructura de tu cuello para preservar su curvatura natural. Y, al igual que unos brackets dentales, puede que los primeros días te cueste acostumbrarte a usarla e incluso te resulte molesta. Insisto porque es importante que lo sepas: Aunque no siempre pasa, algunas personas sienten molestias las primeras noches. Y, más de una vez, dejan de usarla. Y si hacen eso, sencillamente, van a seguir igual que estaban. Van a seguir con los problemas de riego al cerebro. Con los dolores de cuello por la mañana, los mareos, las jaquecas, las contracturas, las visitas al fisio. Todo seguirá. Y, con el paso del tiempo, irá a peor. Entonces, la clave para ver resultados con esta almohada única en el mercado es sencilla:

Usa CerviCare todas las noches y verás cómo recuperas la curvatura del cuello. No en un día, sino para el resto de tus días

¿Cómo lo hace?

Te cuento las claves del diseño ergonómico de CerviCare para ayudarte a preservar la curvatura natural de tu cuello:

• CerviCare incorpora una cavidad en el centro para que, cuando te coloques boca arriba, acoja tu cabeza suavemente y el cuello descanse preservando su curvatura natural.
• La pieza clave de CerviCare es la cuña que lleva insertada dentro de la almohada, que es justo donde reposa tu cuello y dorsales sin que se queden al aire.

Pero claro. No todo el mundo duerme boca arriba. Así que:

• CerviCare está preparada para que al dormir de lado, tanto a derecha como izquierda, tenga la altura idónea para que tu cabeza y cuello descansen y sigan bien apoyados cuando tu cuerpo reposa sobre un hombro.
• Posee unas cavidades que coinciden con la oreja. Con lo cual, aunque tú estés apoyado de costado, CerviCare permite reducir el calor y prevenir infecciones de oído causadas por exceso de calor. Mantendrás el oído que apoyas aireado y fresco durante toda la noche.
• Está pensada para personas que tienen la piel de la cara y cuello muy sensible. Su material hipoalergénico permite la transpiración. Además viene con una doble funda de tejido antimicrobiano lavable en lavadora.
• Sus dimensiones (60x32x10) y peso (1.900 gramos) posibilitan el poder llevarla de viaje y la hacen idónea para llevar de viaje y asegurarte de que nadie ha respirado sobre la almohada donde vas a apoyar la cabeza toda la noche cuando estás fuera de casa.

• Existe la posibilidad de agregarle un suplemento a la base que se encaja como una pieza de lego. El suplemento aporta el extra de altura que permite corregir la posición de cuello y espalda en personas corpulentas.
• Dispones de dos modelos de diferente densidad: suave y dura. El modelo de densidad suave es el que usa la mayoría de las personas. La versión más firme está pensada para personas de mayor complexión o las que están acostumbradas a descansar sobre una superficie más firme. El efecto terapéutico de ambas es idéntico.
• Está hecha de material viscoelástico de alta densidad (55kg / m³ en el modelo de firmeza suave; 70kg / m³ para el modelo de firmeza dura), con un sistema de memoria que se adapta con el uso regular al peso de tu cuerpo sin perder la firmeza del primer día.

Así, al igual que con unos alineadores dentales:

Cuantas más noches uses CerviCare, antes verás los beneficios de recuperar la curvatura natural de tu cuello.

Sin olvidar que esta almohada cuenta con la aprobación del Ministerio de Sanidad como producto sanitario. Por supuesto, sirve para personas sin patología que buscan preservar la posición de sus cervicales. Y además está indicada para personas que han sufrido algún impacto que ha alterado la estructura de su cuello. Incluso para personas con procesos degenerativos como artritis, artrosis cervical, osteoporosis o espondilosis cervical.

¿Cuánto cuesta CerviCare?

Sin rodeos: CerviCare tiene un precio de 80 €. El precio incluye IVA y los portes a Península y Baleares. ¿Es mucho? ¿Es poco? Nosotros creemos que lo vale, desde luego. Por ser un producto sanitario. Por toda la innovación y tecnología que incorpora. Y porque es la única almohada que vas a encontrar en España que te ayude activamente a preservar la curvatura de tu cuello.

También es, más o menos, lo que valen un par de sesiones de fisioterapia, si es lo que prefieres. Ahora bien. Como es probable que viajes, tengas una segunda vivienda o que un familiar o tu pareja también pueda querer una, he pensado en algo que tal vez te interese: Puedes llevarte dos almohadas CerviCare por solo 120€:

Además, cuentas con nuestra garantía de satisfacción

Sabemos que algunas personas necesitan unos días para adaptarse al cambio con respecto a su antigua almohada. Es algo perfectamente normal y dura unos días. Lo que tardan las vértebras de tu cuello en habituarse a la postura de corrección. En cuanto el material de la almohada se haya adaptado a tu peso, dejarás de notar esas sensaciones y disfrutarás plenamente de todos los beneficios de CerviCare.

Preguntas habituales sobre la almohada cervical CerviCare

Si buscas preservar la curvatura natural del cuello, mejorar tu salud y la calidad de tu descanso, CerviCare es, probablemente, la almohada cervical que estabas buscando: